Si eres honesto, reconocerás que tú quieres recibir promociones en la vida. Tú quieres experimentar los beneficios del éxito, de la influencia y de la prosperidad; y eso no tiene nada de malo. ¡Es lo que Dios también quiere para ti! La promoción invariablemente viene de Dios y aunque está relacionada con el llamamiento que Dios tiene para cada persona, ¡está disponible para cada creyente vuelto a nacer!

Por otra parte, aunque la promoción viene de Dios, Él no es el que determina si te promueven o no —¡eres tú! Tú optas por ser promovido optando por desarrollar la excelencia de espíritu, y en este libro, Andrew Wommack te enseñará cómo lograrlo.

Usando ejemplos de las vidas de Daniel y sus amigos, y de su propia vida, Andrew define las características más relevantes de la excelencia, incluyendo la identidad en Cristo, la verdadera humildad, la completa obediencia, la resistencia y la defensa inquebrantable de la Palabra de Dios. Haciendo contraste, Andrew también explica los peligros del relativismo moral y del deseo de agradar a los hombres y cómo estas características con frecuencia atoran a los creyentes en una vida mediocre e impotente. El talento, la belleza, la educación y la inteligencia tampoco son los factores que generan la promoción; es una relación consagrada a Dios.

No importa cuánto dinero ganas ni dónde vives, no importan los contactos que tienes, ni el color de tu piel: la excelencia de espíritu es lo que verdaderamente determinará tu promoción. Permite que este libro te motive a buscar La excelencia.

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