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El conflicto de mayor duración en la historia de la humanidad duró 4000 años y culminó con una victoria absoluta hace casi 2000 años. Aun así, muchos todavía no han escuchado estas noticias y continúan peleando la batalla—la batalla en contra del pecado y del juicio.
En la cruz Jesucristo dijo: "consumado es", se proclamó la victoria, y la reconciliación comenzó. Ésta era la victoria que se prometió cuando Jesucristo nació y los ángeles declararon: "¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!" (Lucas 2:14). ¿Está diciendo esto que Jesucristo vino a establecer paz entre los hombres? Si así fuera entonces Él habría fallado sin lugar a duda.
La paz de la que Él habló no era la paz entre los hombres, sino la paz entre Dios y la humanidad. El pecado ya no es el problema; el precio ha sido pagado de una vez por todas. Dios envió a Su Hijo unigénito para que llevara nuestro pecado, y para que se convirtiera en pecado; y después lo juzgó sin misericordia por ese pecado. ¿Fue Su sacrificio suficiente para usted? ¿Cree que Dios está restringiendo Su bendición y que la razón es su pecado? Si muriera con un pecado sin confesar, ¿se perdería de la salvación? Las respuestas que encontrará en este libro le liberarán de la condenación y el temor. ¡Le liberarán para que reciba las promesas anunciadas por Dios!
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The longest conflict in history lasted 4000 years and ended in a decisive victory nearly 2000 years ago. Still, many have not yet heard the news and they continue to fight the battle-the battle of sin and judgment.
On the cross Jesus said "It is finished," victory was declared, and reconciliation began. It was the victory promised when Jesus was born and the angels declared, "Glory to God in the highest, and on earth peace, good will toward men"(Luke 2:14). Is this saying Jesus came to create peace among men? If it is, then He has most certainly failed.
The peace he spoke of was not among men, but between God and man. Sin is no longer the issue; the price has been paid once and for all. God sent His only Son to bear our sin, becoming sin itself, and then judged Him without mercy for that sin. Was His sacrifice enough for you? Is God withholding His blessing because of your sin? If you die with an unconfessed sin, would you be lost? The answers in this book will release you from the condemnation of judgment and fear. It will free you to receive the promised blessings of God!
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